viernes, 28 de noviembre de 2008

¿Qué crisis?

En temporadas de recesión, el camino fácil para reducir costos es despedir personal. Sin embargo, eso suele dar resultados únicamente en el corto plazo. ¿No sería mejor examinar los procesos y la estructura de la organización para encontrar oportunidades que nos permitan mejorar nuestra estructura de costos?.

Los costos de la no calidad
¿Cuál es el costo en el que incurrimos para resolver problemas derivados de la falta de calidad en nuestros productos y servicios?¿Cuál es el volumen de los incidentes reportados a nuestra mesa de ayuda?¿Cuáles son los orígenes de esos incidentes?¿Podemos hacer algo para evitar que se repitan?
Claramente, el proceso de "Problem Management" propuesto por ITIL nos puede ayudar a encontrar las respuestas.

Los temas estratégicos
¿Qué porción de nuestro presupuesto está dedicado a proyectos alineados con la estrategia del negocio?¿Cuál es la dedicada a "mejoras menores"? Muchas organizaciones tienen portafolios desbalanceados, en donde más de la mitad del presupuesto se gasta en
proyectos dedicados a resolver requerimientos poco relevantes para el negocio: un nuevo reporte, un nuevo campo en una pantalla, etc. ¿Puede el usuario sobrevivir sin ese pequeño cambio?¿Puede acotarse el monto a gastar durante el año a temas no estratégicos? Invertir en temas relevantes para el negocio obviamente traerá beneficios para todos. Los procesos de planificación estratégica y de gestión de carteras son los que deberíamos estar mirando.

Las estructuras ineficientes
¿Cuántos roles hacen más o menos lo mismo en distintos lugares de la organización?¿No podemos fusionar roles similares?¿Cómo podemos hacer para obtener sinergia? En muchas organizaciones, por temas políticos, suelen "replicarse" funciones similares en distintos lugares de la organización. ¿No sería mejor dejar de lado las disputas domésticas y empezar a pensar en cómo beneficiar a la organización?

Los interesados
Estructuras eficientes, mejores procesos. Eso es lo que necesitamos para reducir costos y beneficiar a todos los interesados en la organización: sus empleados, sus accionistas y, por supuesto, sus clientes. Mejores procesos, mejores productos, más valor.